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Clara Cordero

Mi nombre es Clara y, desde muy pequeña, me he interesado por el arte, la filosofía y las relaciones humanas. Comencé mi formación en el mundo del teatro y el cine, especializándome como directora artística. Paralelamente, empecé a explorar la
psicoterapia en la que me adentré a partir de mis propios procesos personales que me llevaron a formarme inicialmente desde la terapia Gestalt en formato grupal. Mi pasión por las perspectivas más humanistas, me hicieron profundizar en Psicología Existencial y en la Programación Neurolingüística mientras formaba parte como observadora de Gestalt durante el siguiente ciclo de formación completo. Finalmente, decidí formarme en Psicología especializándome en Psicología Clínica.

Mi experiencia laboral me ha llevado a trabajar con diversos grupos en riesgo de exclusión social, desde población adulta en situación de privación de libertad hasta niños y jóvenes en situación de riesgo por maltrato, conflictos armados o
enfermedades mentales agudas. Esta experiencia me ha llevado a adoptar el modelo biopsicosocial en la intervención. Como profesional, me guía el deseo de contribuir a hacer de la sociedad un lugar más seguro donde cada persona pueda
expresarse desde su vulnerabilidad, proporcionándole las herramientas necesarias para protegerse de los riesgos sociales. Creo que la terapia ofrece una oportunidad para establecer una conexión íntima con uno mismo y abordar cuestiones pendientes que limitan el día a día. No concibo un ser humano sin relación con los demás, por lo tanto, considero fundamental trabajar el vínculo interpersonal. A pesar de valorar los protocolos por su agilidad y eficacia, entiendo que cada problema es individual y complejo, y cada persona es única e irrepetible, por lo que merece un tratamiento personalizado.

Carol Ferrero

Me licencié en psicología en 2003, convencida que lo mío era la clínica y hacer terapia. He ido buceando en diferentes formaciones pero, a día de hoy, me enfoco sobretodo en la mirada humanista.

La Terapia Gestalt es con la que más me identifico como terapeuta y como persona en mi propio proceso. He podido comprobar en mí misma y mis clientes la fuerza que tiene ponerle palabras y conectar con esas verdades que viven en nuestro interior.

En mis sesiones me gusta usar herramientas del enfoque sistémico, el eneagrama como mapa de la personalidad, mindfulness, y otras terapias contextuales, pero sobretodo, me centro en mi compromiso con las personas y su proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal.

Para mí, ser terapeuta es un privilegio, ya que puedo dedicarme a algo que me apasiona: ayudar a las personas.
Cada vez que me pongo frente a un paciente, es una oportunidad de descubrir y explorar juntos su historia, y al mismo tiempo, seguir aprendiendo y descubriendo cosas de mi misma que me ayudan en mi propio proceso.

Ana María Barb

Me formé en Terapia Gestalt, Terapia Corporal Integrativa, Terapia de Trauma, Constelaciones Familiares y también en Terapia Sexual. Hice el Practitioner de PNL y me formé como Instructora de Meditación Budista por la Fundación Sakya de Valencia.
En el presente estoy cursando el grado de Psicología Sanitaria en la UOC y soy Miembro Adherente de la A.E.T.G.

Mi trabajo se enfoca tanto en la terapia individual y de pareja cómo en varios talleres y formaciones que estoy ofreciendo. Desde niña sentí pasión y curiosidad hacia el ser humano: ¿qué es lo que hace que actuemos y pensemos de la forma en la que lo hacemos?”. La terapia Gestalt me permite trabajar desde lo obvio, y asi me doy cuenta de lo que es real y de lo que no. La responsabilidad es una palabra en sí, pero al ponerla en práctica en nuestra vida cambia el significado que le damos a la experiencia y, por lo tanto, hay muchísimo menos sufrimiento que experimentamos. En la formación de Trauma aprendí que los primeros vínculos que tuvimos en nuestra infancia influyen en nuestra vida presente. Si nos comprometemos a limpiar esos vínculos podremos construir una vida que sea importante para una misma. El Eneagrama es una herramienta que me ayuda a desarrollar una actitud amorosa y auténtica hacia mí y hacia el otro. Mi proceso también me ha llevado a darme cuenta de la importancia de prestar atención al cuerpo, porque tiene memoria y sabiduría y en él se almacenan las emociones.

Gisela López

Me formé en Psicología porque desde pequeña tuve interés en la psique humana y el mundo de las emociones. Me especialicé en Psicología Forense porque me atraía la Criminología y la investigación en perfiles psicológicos. No obstante, después de trabajar durante 5 años en el sistema judicial y los centros penitenciarios, comprendí que aquello no era lo que me llenaba, puesto que ese sistema me alejaba de la persona que tenía que ayudar ya que, de entrada, era juzgada y penada.

Así que me adentré en la Psicología Humanista de la mano de la Terapia Gestalt, el Eneagrama, las Constelaciones Familiares y la Astrología Psicológica. Paralelamente me formé en Psicología Budista y en distintas disciplinas místicas. Más adelante me he formado y especializado en Trauma y Apego.

En 2011 abrí mi primer centro de psicología y en 2020 he abierto el tercero. Esta vez, añadiendo la formación y supervisión de otros terapeutas, de las cuales me encargo personalmente.

En 2015 publiqué mi primer libro, una guía de crecimiento personal: «Lo que la vida te cuenta: 10 pasos para tu transformación personal» y en 2022 mi segundo libro autopublicado «Eneagrama y Heridas de la Infancia».

Mi experiencia es amplia en psicoterapia individual y de pareja, así como en grupos de terapia y crecimiento personal, en los que he buceado y sigo haciéndolo buscando respuestas sobre el dolor y la felicidad humanos. Actualmente dirijo La Silla Vacía, un centro y escuela tanto presencial como online, donde, junto a mi equipo impartimos formaciones y ofrecemos servicios de psicoterapia, entre otros.